La jubilación es una de las fases de la vida laboral y personal más anhelada por muchos trabajadores, ya que sus actividades cesan mientras continúan recibiendo una remuneración para satisfacer sus necesidades.
Sin embargo, con los cambios en las modalidades de trabajo, surgieron escenarios desafiadores para los trabajadores en general y para los trabajadores autónomos en particular.
Conoce cómo funciona el proceso de jubilación para quienes trabajan por cuenta propia.
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Gestionar el propio futuro
A diferencia de los empleados convencionales, quienes cuentan con el respaldo de la empresa que los contrata para llevar a cabo cada etapa del proceso de seguridad social, los trabajadores autónomos tienen que hacer esta gestión por cuenta propia.
Lo primero con lo que el profesional independiente se encuentra es con el desconocimiento sobre esta área, por lo que debe indagar por cuenta propia cómo iniciar el proceso de seguridad social para tener derecho a una pensión, una vez complete los requisitos establecidos por la ley.
El proceso básicamente consiste en que el trabajador realice una cotización mensual ante la seguridad social, por un lapso de tiempo determinado. Esta cotización puede ser variada, dependiendo del nivel de ingresos y del tipo de pensión que el profesional espera recibir cuando esté jubilado.
Elegir una base de cotización adecuada: el gran desafío
Y aquí llegamos a uno de los mayores desafíos de la jubilación en autónomos. La elección de la base de cotización es una tarea que requiere asesoría y planificación. Su importancia reside en que, si el monto cotizado por mes es el límite mínimo, la pensión que el trabajador recibirá será también menor.
De hecho, se estima que se requiere cotizar por lo menos durante 20 años un monto de nivel medio, para poder optar por pensiones públicas más significativas. El problema está en que el profesional autónomo, al tener un ritmo de trabajo diferente al de los trabajadores convencionales, decide cotizar la cuota más baja para poder obtener mejores ingresos salariales.
Por ello, es de gran importancia analizar la situación laboral del autónomo y su pretensión de futuro con relación a su seguridad social, para elegir la base de cotización que mejor se adecúe.
Un recurso que muchos desconocen es la posibilidad de cambiar la tasa de cotización hasta dos veces por año. Esto resulta muy conveniente para los autónomos, pues sabemos que hay meses donde los ingresos son mayores que en otros, de modo que el trabajador puede encontrar una forma de favorecer su jubilación en el futuro y, al mismo tiempo, su bienestar actual.
Jubilación anticipada, un escenario poco favorecedor
Aunque desde el año 2013 los trabajadores autónomos pasaron a tener derecho al recurso de jubilación anticipada, no parece un escenario tan favorecedor, así que lo recomendado es analizar bien la situación antes de decidir optar por él.
La principal desventaja de la jubilación anticipada es que solo puede optarse a esta opción dos años antes de tener la edad estipulada para la jubilación ordinaria. Actualmente, la edad fijada es 65 años y en 2027 llegará a los 67 años.
Asimismo, no resulta alentador la exigencia de un mínimo de cotizaciones correspondientes a 35 años de trabajo. Además, la deducción del monto de pensión por cada año restante con relación al tiempo ordinario es del 8%.
Ahorro complementario
Ante estos escenarios tan desafiadores para los trabajadores autónomos, una de las mejores sugerencias que pueden ponerse en práctica es la de realizar un ahorro complementario a la pensión, como una forma de mitigar las desventajas de las condiciones de jubilación para este sector profesional.
Los estudios indican que al menos un 43% de los empleados independientes no tiene un método de ahorro complementario para su futuro, así que queda mucho por hacer en este sentido. Existen diversas opciones de inversión y soluciones financieras pensadas para obtener un ingreso mensual a largo plazo, que sirva como soporte al de una pensión como jubilado autónomo.
En conclusión
Con toda esta situación, la planificación financiera sigue siendo una de las armas más poderosas de los profesionales independientes para que la jubilación en autónomos sea lo más tranquila posible. Basta con identificar las prioridades y realizar una escala de bienestar donde se incluya el presente y el futuro.
De esta manera, el trabajador autónomo podrá seguir aprovechando todos los beneficios de este estilo de vida, sin detrimento de sus condiciones de seguridad social a largo plazo.