¿Te sucede que te cuesta decir no a un cliente, un amigo, tu familia, etc.? ¡O quizás te cueste y no te des cuenta! A continuación, analizaremos algunos aspectos que te ayudarán a tomar conciencia acerca de si eres una persona con el sí fácil.
Cuando te han preguntado acerca de realizar una tarea que no es de tu agrado ¿Cómo reaccionaste?
- Dijiste que no y agradeciste.
- Hiciste una pausa y repasaste cuidadosamente los pros y los contras de la propuesta, antes de responder.
- Ya estás realizando la tarea, luego de haber dicho automáticamente “Sí”.
Bueno, si la última opción te suena familiar, se debe a que probablemente eres un freelancer con el sí muy fácil.
Tabla de contenidos
¿Qué significa dar el “sí” (muy) fácil?
Es una respuesta condicionada a un estímulo. Es la tendencia a responder compulsivamente “sí” a cada propuesta, más allá de que realmente quieras aceptarla o no.
Y es probable que, al aceptar tantas propuestas, genere agotamiento (de tantas tareas que terminas realizando) estrés y/o aburrimiento (de tantas tareas que no te gustan y que terminas realizando).
Artículo recomendado: Consejos para dejar de sentirte abrumado y con exceso de trabajo.
Esta reacción en parte está condicionada culturalmente ya que, desde la infancia, nos suelen enseñar a ir con la corriente, no hacer alboroto y sublimar nuestras propias necesidades en favor de la de los demás.
Es mucho lo que puedes estar dejando de lado por decir que “sí” a todo. De hecho, decir que “sí” a todo de manera inmediata y constante es poner las necesidades de los demás sobre las propias. Por lo tanto, resignas tus propios deseos a cambio de satisfacer el de los otros.
Pero analicemos un poco más profundamente si eres una persona de “sí” muy fácil.
Tienes el “sí” muy fácil si:
- Regularmente te encuentras haciéndote cargo de tareas que no correspondían a tu trabajo (sin la compensación correspondiente).
- Tú eres el responsable de cada área de tu vida, el factor del que todas las personas dependen, personal y profesionalmente.
- Regularmente sufres efectos negativos en tu salud, tanto físicos o psíquicos, por estar exhausto, con exceso de trabajo y tensionado.
- Emocionalmente estás agotado.
- Te encuentras resentido con la dependencia que tienen los demás de ti o por el tamaño de tu carga de trabajo, pero a la vez te sientes atrapado y sin la posibilidad de salir de ese lugar.
- Te sientes como si no pudieras identificar cuáles son las tareas que disfrutas más y cuáles son las que no gozas realmente.
- Si estás muy ansioso por complacer a los demás y hacer que los demás estén cómodos, inclusive a costa de tu propia comodidad.
- Si estás crónicamente ocupado e infeliz.
- Si te cuesta reconocer qué quieres, qué deseas realmente.
- Si haces caso omiso a los ofrecimientos de ayuda de los demás y te autoconvences alegremente de que estás bien.
Cómo decir no a un cliente cuando trabajas freelance
Si das el “sí” muy fácil es probable que sea porque eres una persona maravillosa, que cuida y ayuda a los demás. Ya viene siendo hora de que seas un poco más amable con tu ser querido más cercano: tú mismo.
La próxima vez que alguien te pida algo, haz una pausa. No digas que sí automáticamente. Pregúntate y piensa al respecto. Y aunque puedes seguir sonriendo si así lo deseas, no tengas miedo de decir que no cuando no quieres, no te conviene y no lo necesitas.
Todo el mundo tiene obligaciones en esta vida, pero nadie tiene que hacer todo lo que se les pide. Hay que establecer límites saludables. El mundo no se vendrá abajo sólo porque tú ya no cargues con todo sobre tus hombros.
Aprender a decir no a un cliente de forma educada y respetuosa hará que te sientas en consonancia con tus valores y tus tiempos, ganando amor propio y siendo consciente de tus necesidades y responsabilidades.
Tú tienes el derecho de tener tus propios objetivos personales y preferencias. Y aprender a seguir tus propias inclinaciones te hará a largo plazo, un mejor colaborador, compañero de trabajo y pareja; ya que responder siempre a lo que quieren los demás, dejando de lado tus deseos, es insostenible en el tiempo.
¡RECUERDA!
Las colaboraciones sanas y de trabajo en equipo no implican que debas ser un autómata que responde a las necesidades de todos, aceptando con una sonrisa las solicitudes de los demás. Aprender a decir no a un cliente, a un colega, a tu familia e incluso a tu pareja es necesario para tu propia salud mental.
Comentarios finales
Dar el “sí” muy fácil puede parecer lo correcto a hacer, pero a menudo termina conduciendo al resentimiento y la frustración.
Si te encuentras habitualmente ahogando tus propias necesidades a cambio de satisfacer las de los demás, o si sientes que apenas sabes cuáles son tus propias necesidades, deberías dar un paso atrás y respirar profundamente.
¿Alguna vez le has dicho que no a un cliente? Cuéntame en los comentarios. 🙂
Artículo publicado el 23/11/2016. Actualizado el 05/02/2023.
Hola!! Bueno la verdad es que este es un artículo interesante y de verdad que si, esto es algo que nos pasa mucho los freelancers, sobre todo a mí.
Bueno siempre que tenga disponibilidad y es algo que pueda hacer a un precio justo, digo que sí. Pero en cambio me ha pasado que hay clientes que me piden trabajos, pero son cosas que no acepto (ya sea no recibir créditos, poca paga o porque exige cosas que no puedo realizar), les digo de forma amable pero asertiva que no acepto el trabajo por x motivo.
Pienso que lo más importante es ser asertivo, como todo en la vida para estar en plenitud. Saludos!!