La relación clientes – freelancers puede ser difícil. En líneas generales, los clientes quieren el mejor trabajo posible al menor costo, y tú, como freelancer, querrás recibir un pago justo por tu tiempo y habilidades. Con estos parámetros establecidos, esta relación de trabajo pueden volverse complicada rápidamente.
Mientras que para un freelancer es importante establecer los límites en la relación laboral, también necesitarás establecer una fina línea entre educar a tus clientes y, al mismo tiempo, mantener una relación de trabajo positiva que, con un poco de suerte, tendrá como resultado un flujo constante de referencias y contratos.
Para mantener tu trabajo y tu reputación, aquí te comparto algunas cosas que nunca debes decirle a tus clientes (NUNCA, RECUÉRDALO):
Tabla de contenidos
1. «El trabajo va a tomar más tiempo»
Si tu cliente te dio una asignación con un tiempo de entrega razonable y al cual accediste, debes cumplirle. Puede ser difícil predecir cuánto tiempo va a tomar un proyecto, pero es mucho mejor sobreestimar que subestimar el tiempo que te va a llevar terminarlo.
La cantidad de tiempo que te tome terminar un proyecto es importante pues si lo entregas antes del tiempo límite, el cliente te va a amar. Por el contrario, si lo entregas después del tiempo fijado, no va a estar para nada impresionado y probablemente no vuelva a contratarte ni mucho menos te recomiende.
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2. «El trabajo va a costar un poco más de lo acordado»
Orientar a tus clientes respecto a los precios para el trabajo freelance, es verdaderamente difícil, sobre todo si no tomamos en cuenta los costos adicionales al final de un proyecto.
Hay que ser un poco adivino en lo que respecta a establecer un precio para el proyecto, pero siempre será mejor cotizar ligeramente por encima del precio que pedirle a tu cliente más dinero a mitad de un proyecto.
Como freelancer, si subestimas el costo de un proyecto y fue tu error ( y no del cliente), lo mejor que puedes hacer es asumir el costo y aprender de tus fallas. Sin embargo, ten en cuenta, que si el cliente te pide trabajo adicional, estás en tu derecho de solicitar un pago extra.
3. «Usted no sabe de lo que está hablando»
Aún cuando seas contratado por tu experiencia, la mayoría de los clientes van a querer involucrarse en el proyecto. Es importante evitar menospreciar las sugerencias de tus clientes y/o supervisores. Recuerda que son las personas que están pagando por tu trabajo, así que merecen que se tome en cuenta su opinión.
Obviamente es importante saber manejar aquellos clientes difíciles, que van a criticar cada pequeño detalle, palabra o pixel, pero a nadie le gusta escuchar que su opinión no es importante.
4. “Eso no es posible de hacer”
Si un cliente te está solicitando un trabajo que no estás seguro de poder realizar, siempre debes intentar prometer menos, y entregar más. Evita frases definitivas tales como: “No puedo hacer eso” o “Eso no es posible”.
¡CONSEJO!
Ten mucho tacto al hablar, para que el cliente sepa que estás de su lado, y ofréceles alternativas tangibles para sus sugerencias descabelladas o excesivas. Puede ser difícil, especialmente con clientes exigentes, pero a nadie le gusta sentirse estúpido.
Los clientes contratan freelancers por una razón: porque no tienen las habilidades o el tiempo para hacer el trabajo ellos mismos. Ellos no saben todo respecto a tu área de trabajo, así que sé paciente y educado en tus respuestas, sin importar qué tan ridícula te pueda parecer la solicitud.
5. “Ese trabajo lo hizo otro miembro del equipo”
Si un cliente está insatisfecho con el trabajo que le entregaste, debes reconocerlo y aceptarlo. Echarle la culpa en otra persona no te va a llevar a ninguna parte. La forma más fácil y rápida de lidiar con un cliente molesto, es solucionar su problema.
Mantén bien archivada la correspondencia enviada y recibida con todos tus clientes, y asegúrate de que toda comunicación sea por correo electrónico, así tienes un respaldo de las solicitudes de éstos.
La mayoría de los clientes son razonables, pero ahí afuera hay muchos que con seguridad necesitan un recordatorio de los términos bajo los que te contrataron. No tengas miedo de comunicarte, pero siempre ofrece el respeto y la cortesía que tus clientes merecen.
¿Cómo ha sido la experiencia con tus clientes? ¿Has dicho alguna vez alguna de estas cosas? ¿Cómo te fue al final? Comparte tu experiencia en los comentarios 🙂