Durante los últimos años ha crecido cada vez más la modalidad de trabajo freelance, que consiste en ofrecer diversos servicios profesionales de una forma independiente, es decir, sin haber establecido un contrato con una empresa.
En ocasiones, la persona que brinda el servicio puede escoger el tipo de proyecto en el que quiere trabajar, el tiempo que dedicará a realizar la actividad, entre otras condiciones.
Bajo este nuevo paradigma de las relaciones de trabajo, muchas personas han migrado hacia esta modalidad o comenzaron a desempeñarse de ambas formas.
En todo caso, el mundo freelancer tiene muchas características atractivas para los profesionales y, si quieres iniciarte en esta manera diferente de trabajar o simplemente saber más al respecto, a continuación conocerás las ventajas de ser freelancer y no más un funcionario común.
1. Libertad
Si hablas con cualquiera que haya trabajado o trabaje como freelancer, tal vez lo primero que destaque sea la libertad que supone esta modalidad laboral.
Y es que, al no tener la figura de un jefe ni de una empresa con una jerarquía, el profesional gana un nuevo nivel de autonomía en el que es libre para decidir y elegir.
La principal forma de ejercer la libertad al ser freelance es el poder de elegir en qué tipo de proyectos trabajar.
En segundo lugar, puedes dictar tus propias condiciones para realizar el trabajo, o bien, negociar con tu cliente para llegar a un acuerdo favorable para ambos.
2. Remuneración
En la medida en que tengas libertad para trabajar, también será posible decidir cuál es la remuneración justa por tus servicios. De modo que podrás finalmente dictar el precio que consideras que vale tu tiempo.
Al dejar de ser un funcionario, no habrá una empresa recibiendo una gran suma de dinero por un proyecto, en el que tú apenas obtienes una pequeña comisión. Ahora tendrás mayor control sobre los ingresos, lo que representa una reivindicación de tu trabajo.
3. Comodidad
Como freelancer, le dirás adiós al horario de oficina. Ya no tendrás que llegar a la oficina a una hora específica, ni tener que registrar tu entrada o salida del lugar de trabajo.
Lo más probable es que trabajes desde tu propia casa o, incluso si decides alquilar un espacio de coworking, estas mismas condiciones se mantienen.
Del mismo modo, cuando quieras hacer una pausa mientras estás trabajando o surja algún imprevisto, no tendrás que pedirle permiso a nadie, sino que podrás hacerlo tranquilamente, sabiendo que tal vez necesites reponer ese tiempo de trabajo en otro momento del día.
4. Independencia
Al dedicarte al trabajo freelance y dejar de ser un funcionario, pasarás a ser completamente independiente. Esto significa que tendrás que encargarte de todo: buscar clientes, negociar con ellos, hacer el trabajo, gestionar tus pagos, etc.
Este nivel de independencia es muy codiciado por muchos empleados en las empresas, porque implica dejar atrás diversos procesos burocráticos que dependen de muchas otras personas.
Incluso si decides ser freelance y vuelves al modo de funcionario en el futuro, la experiencia te permitirá aprender a autogestionarte en todos los niveles de tu vida profesional y laboral, lo que supone un beneficio que llevarás para siempre, aún desempeñándote como empleado.
5. Productividad
Seamos sinceros. Difícilmente un funcionario logra ser productivo durante las ocho horas tradicionales de la jornada laboral.
Además, hay días en que puede sentirse menos motivado, preocupado, etc. Asimismo, en las empresas se dedica tiempo en la realización de actividades corporativas, reuniones, etc.
Cuando eres freelance, las reuniones pueden existir, pero muy seguramente será de una forma menos frecuente. Igualmente, podrás adaptar tu horario de trabajo para incluir aquellos momentos del día en los que identifiques que eres verdaderamente productivo.
Esto te favorece, porque lograrás optimizar tu tiempo para trabajar, pero tampoco dejarás de hacer otras actividades placenteras en tu día a día.
6. Ahorro
Tal vez aún no te has dado cuenta, pero piensa que al trabajar desde casa la mayor parte del tiempo, no solo ahorrarás en transporte, sino también en vestimenta y calzado, ya que podrás vestirte de una forma más simple en el escritorio que hayas establecido dentro de tu propia casa.
Además, podrás reducir el gasto en restaurantes, ya que tienes la posibilidad de preparar tus propios alimentos en casa, o bien, alguien más puede hacerlo por ti.
En conclusión
Con todo esto, esperamos que te hayas convencido de que ser un funcionario tal vez no sea lo mejor para ti, aunque cada situación es diferente. De cualquier forma, ahora que sabes las grandes ventajas del mundo freelance, no pierdes nada con aventurarte a trabajar de esta forma.
