Cuando encontramos un buen logo, sabemos que lo es. Es algo inconfundible, nos transmite algo distinto a todos los demás. es eficaz, transmite confianza, originalidad, causa un impacto en tí. Nunca volverás a olvidarlo. Es algo simple a la vez que complejo, diferente, memorable y totalmente destacable frente a todos los demás que habíamos visto antes.
Así pues, debemos saber que un logo es como la cara de una empresa. es la parte pública que todo el mundo va a ver y va a recordar. Es la imagen que tendrán de nuestra marca o nuestra empresa. De modo que, crear un logo es una fase decisiva del emprendimiento de nuestra nueva empresa.
Por consiguiente, ahora vamos a mencionar y a analizar todo lo que debe tener un buen logo. En primer lugar, el logotipo de nuestra empresa tiene que transmitir lo que significa nuestra empresa para nosotros.
Con esto, el logo conseguirá transmitir confianza y cercanía a los clientes.Otro de los objetivos del logo es que consiga construir una identidad propia de la marca, con la que cada cliente y todo el público se pueda identificar y pueda recordar para siempre, así como distinguir entre otras muchas marcas.
Para seguir viendo qué debe tener un logo, debemos mencionar la palabra estilo. Con esto queremos decir que un logo apropiado, debe ir unido a una elección apropiada de su propio estilo. Es decir, tiene que tener un estilo acorde con con nuestra empresa.
Para saber qué estilo es el que nos conviene, previamente debemos saber qué estilos existen a grandes rasgos. Así pues, procedamos a verlos. Entre los más conocidos tenemos wordmarks. Un wordmark se refiere a un logo compuesto única y exclusivamente por texto, es decir, una o varias palabras. Consiste normalmente en el nombre del negocio, sin muchos más adornos alrededor.
Otra opción son los brandmarks. En este caso se trata de un logo visual, de un golpe de imagen con el que presentamos nuestra marca o empresa y con el que haremos que sea un logo distinguido. Suele tratarse de un simple símbolo que llama la atención y es visualmente atractivo.
El origen de este tipo de logos comenzó siendo un símbolo unido a un texto o palabras. Poco a poco las palabras fueron desapareciendo, ya que se pudo comprobar que un buen logo no tenía porqué tener alguna que otra palabra o un nombre de forma obligatoria. Entonces empezaron a eliminarse las palabras y se quedó solo el símbolo.
Por otro lado, tenemos las marcas combinadas. Esta opción ofrece una flexibilidad total a la hora de elegir el diseño de un logo. ¿Por qué? Pues muy sencillo, como su propio nombre indica, consigue combinar un nombre o palabra con un símbolo o imagen que, unidas, sean el logotipo final para nuestra empresa o marca.
Si continuamos indagando en el mundo de los diseños también podremos llegar a ver los emblemas. Es algo parecido a las marcas combinadas, ya que incluyen tanto texto como imagen o símbolo.
Sin embargo hay una ligera diferencia entre estas dos opciones de diseño. Los emblemas, como podremos comprobar, incorporan un texto y un icono en el cual, el texto se encuentra dentro de la misma imagen, formando parte los dos de un mismo símbolo.
Por último encontraremos los lettermarks, los cuales se distinguen por ser la simplificación de un nombre excesivamente largo y algo complicado de recordar. En estos casos suele tratarse de las iniciales de la empresa, las cuales se muestran al público con una tipografía mucho más estilizada de lo normal.
Continúa descubriendo todo lo que tienes que saber para crear un buen logo de empresa
Otra clase de logo que puede ser muy influyente es el nombre de la empresa. Sin embargo esta es una de las opciones que menos se recomiendan a los nuevos emprendedores que acaban de empezar en el mundo de los negocios.
No obstante, que el nombre de tu empresa sea tu logo no es para nada una mala idea para aquellos que ya llevan muchos años en el gremio y son mundialmente conocidos. Bastará con poner una buena y atractiva tipografía al nombre de nuestra empresa para que comience a ser el propio logo de la marca.
Así es como millones de personas alrededor del mundo reconocerán tu marca sin necesidad de asociarla a ningún otro nombre o símbolo. ¿Qué mejor que su propio nombre? Será sólo cuestión de diseño gráfico. Algo simple, sencillo, eficaz.
Asimismo también se recomienda que sea estrictamente sólo el nombre de la empresa, sin añadir ningún texto más, para poder visualizarlo todo de una vez, para no complicar a los clientes, y para captar toda la atención en tan solo un vistazo.
Y finalmente, en último lugar, hablaremos del color. Algo tan relevante como el mismo nombre, ya que el color hará que la atención sea captada o no. El color puede variar considerablemente el reconocimiento de tu empresa por lo que, debemos elegirlo con mucho cuidado y de forma estratégica.
Para elegir el color adecuado en nuestro logo, tendremos que tener en cuenta quién es el público al que queremos llegar, quién queremos que se interese por nuestra marca. Sólo con una buena elección conseguiremos ser fieles y consistentes con nuestra identidad de empresa.