En el mundo del trabajo freelance sabemos que cambiar de clientes es habitual. Encontrar un cliente nuevo no siempre es fácil y hay que estar preparado para ese momento para aprovechar la posibilidad de trabajar en un proyecto de alto potencial y con buenas oportunidades de ingresos.
Las nuevas relaciones de negocios a menudo, parecen prometedoras antes de que cualquier trabajo sea realizado. Pero la realidad es que muchos proyectos comienzan rápidamente, sin ningún tipo de acuerdo y terminan con llamadas incómodas en la mitad de la noche.
Si tú no dejas claras tus reglas y tus expectativas, una relación amistosa puede tornarse en una pesadilla. Existe el prejuicio de que el mundo del trabajo freelance no es serio. Y si tú no rompes con estos prejuicios, no debería agarrarte de sorpresa que luego el cliente te falte el respeto.
Para evitar cualquier ambigüedad y desarrollar una relación laboral madura y satisfactoria a largo plazo para ambas partes, es necesario ponerse de acuerdo en los detalles específicos. Aquí es cuando aparecen los contratos.
A continuación, veremos algunos aspectos a dejar en claro antes de comenzar a trabajar en un proyecto.
Tabla de contenidos
1. El precio del trabajo que realizarás
No tienes por qué ir con la guardia baja a negociar con un cliente lo que cobrarás por tu trabajo. Tu tarifa por hora o proyecto se encuentra en el centro mismo de la relación comercial y tiene que ser considerada como un aspecto esencial a ponerse de acuerdo antes de comenzar cualquier trabajo.
Es fundamental evitar este tipo de confusiones, sobre todo porque puede tocarte un cliente que, con el trabajo ya en sus manos, quiera reducir tu tarifa por cualquier motivo que se invente y pagarte menos.
¡RECOMENDABLE!
Es esencial que se pongan de acuerdo en la tarifa y realicen un acuerdo por escrito, antes de comenzar con cualquier trabajo.
2. Frecuencia de facturación
¿Envías facturas cada semana? ¿Una vez al mes? ¿Cuando terminas el proyecto? ¿Diariamente? ¿Trabajas con horas prepagadas?
Hazle saber esto al cliente y ayudarás a que su flujo de efectivo sea más fácil de manejar. En muchas plataformas freelance, los trabajos por hora son pagados semanalmente mientras que los trabajos a precio fijo se pagan en la medida en que el freelancer alcanza los hitos propuestos. Ten esto en cuenta cuando estés negociando con el cliente.
3. Tarifas especiales
Cualquier trabajo que se realice en circunstancias especiales o extremas puede tener una tarifa especial. ¿Trabajas muchas horas extra? ¿Tienes que trabajar los fines de semana? ¿O tarde, por las noches? Bueno, puedes aumentar tu tarifa. Si apenas tienes una vida por fuera del trabajo, tu cliente debería considerarlo.
¿Qué está incluido en la tarifa que pides?
En el valor que pides ¿Están incluidas las reuniones, las conversaciones telefónicas y las soluciones rápidas? Tú tienes que intentar que quede muy en claro cuánto ganarás y cuántos gastos tendrás, incluidos de tiempo.
Esto puede evitar la creación de un sinnúmero de reuniones improductivas y llamados innecesarios o de que abusen de tu tiempo organizando este tipo de encuentros.
4. Retrasos con el pago
A veces, los clientes pueden demorarse un mes (o más) en pagarte, sobre todo si trabajas fuera de las plataformas freelance. Y, en muchos casos, ellos no le dan real importancia a esta deuda, mientras que para ti el atraso de tu pago puede provocarte múltiples problemas.
Por lo tanto, si te deben dinero, no está mal especificarlo directamente en tus facturas.
5. Formas de pago preferidas
A todos nos gusta cobrar, pero cada uno tiene sus preferencias con respecto a cómo cobrar. Algunas opciones son:
- Transferencias bancarias
- Cheques
- Monederos online (como PayPal, Payoneer o Skrill)
- En efectivo
Puede que tu cliente no utilice todas estas opciones, así que puedes mencionarle cuál es tu método de cobro preferido desde un principio; y, en caso de que el cliente no esté de acuerdo, negociar con flexibilidad.
6. Descuentos y paquetes
Algunos freelancers también consideran la opción de realizarle descuentos al cliente que paga rápido (por ejemplo, en menos de diez días) o descuentos por la contratación en proyectos a largo plazo. Esto puede mejorar la relación con el cliente y dejar satisfechos a ambos.
7. Horas de trabajo
A pesar de que algunos freelancers tienen horarios muy flexibles y pueden ponerse a trabajar a la hora que les parezca, algunos otros prefieren atenerse a las horas de trabajo clásicas. Tus clientes deberían saber desde el principio los horarios que manejas.
Si sólo responderás los emails entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde, sería bueno que tu cliente lo sepa, ya que ellos podrían impacientarse si no obtienen respuestas rápidas desconociendo tus horarios de trabajo.
8. Vacaciones
Para las relaciones laborales a largo plazo, debes asegurarte de que tu cliente considere tus vacaciones y tenga un plan al respecto para cuando tú no estés.
Es que te mereces tus días de descanso; pero a la vez, no puedes poner en peligro un proyecto por temor a decirle a tu cliente que te irás de vacaciones a Tailandia durante tres semanas.
Si tienes un viaje, si vas a estar fuera de la red en épocas navideñas o si vas a trabajar sólo cuatro horas por día durante cierto período, es conveniente advertir a tu cliente con la suficiente anticipación.
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9. Canales de comunicación
¿Prefieres las llamadas telefónicas antes que los emails? ¿Utilizas algunas herramientas de gestión de tareas? ¿Prefieres juntarte en persona o por Skype?
Asegúrate de estar de acuerdo con los distintos canales que utiliza el cliente para cada situación (nuevas tareas, contratos, reuniones, etcétera).
10. Comentarios finales
Como freelancer, ganarte el respeto de tus clientes es fundamental, aunque a veces es una tarea difícil. Pero manifestar tu postura, con cierta flexibilidad, es necesario; y es propio de un trabajador serio y profesional.
¿Cómo manejas tu relación con tu cliente? ¿Cuál de estos consejos aplicas? Espero que estos tips te ayuden a evitar malentendidos y malas sorpresas. 😀
