El nuevo curso académico está a la vuelta de la esquina y en la mente de muchos estudiantes universitarios aparece la duda de qué debería estudiar y cómo enfocar su nuevo futuro profesional.
Si el estudio de formas, la tipografía, la ilustración, la animación y la fotografía son algunas de tus pasiones, te fascina asistir a charlas o exposiciones de artistas reconocidos y sientes una necesidad constante de expresarte al mundo mediante la creatividad, el grado en diseño es para ti.
Estudiar diseño supone una forma perfecta de saciar tu curiosidad y descubrir tus capacidades creativas, a la vez que resuelves problemas o necesidades de la sociedad actual mediante proyectos de diferente envergadura.
No obstante, poder ser un profesional de gran nivel y estar a la altura del gran potencial que tiene el país en cuanto a arte y diseño requiere de esfuerzo y dedicación constante.
Por eso, hoy te ayudamos con estos consejos para que puedas sacar el mejor partido a tus nuevos estudios.
Tabla de contenidos
Ojo al detalle
¿Has probado de buscar alguna oferta de empleo del sector? Seguramente más del 70% buscarán en el perfil de su nuevo diseñador una persona detallista, con precisión, perfeccionista y exigente con su propio trabajo.
No todos los proyectos van a ser una oda a la creatividad y a la experimentación. A veces, el diseño se convierte en una ciencia que requiere ser estudiada para resolver de una manera objetiva las necesidades de los clientes con proyectos complejos.
Un claro ejemplo son los proyectos editoriales, en los que debe investigarse previamente el estilo que se pretende conseguir, la tipología y tratamiento de imágenes y tipografías utilizadas, la composición de cada una de sus páginas según el contenido tratado, la paleta de colores…Todo debe responder al objetivo del proyecto.
Descubre tus referentes y “róbales”
Puede resultar poco acertado, pero adoptar el estilo de tus artistas preferidos puede servirte para empezar a definir tu propio estilo que poco a poco iras puliendo y transformando a lo largo de tu carrera profesional.
Ya lo decía Austin Kleon en su obra “Steal like an artist” (Roba como un artista). No se trata de imitar exactamente el estilo de nuestros referentes, sino de remezclar todos los que nos gusten, estudiarlos y transformarlos hasta conseguir nuestro sello propio con el que nos sintamos cómodos y nos defina de forma gráfica.
Sé objetivo con tus ideas
Cuando un diseñador o estudiante de diseño descubre una “buena idea” a menudo suele cerrar puertas a cualquier cambio o crítica constructiva.
No siempre esa idea va a ser la mejor para ese proyecto. No te obsesiones; no has descubierto la panacea. Simplemente has descubierto una buena manera de resolver un problema.
Escucha también las opiniones de otros compañeros o profesionales con más experiencia y probablemente podrás mejorar incluso más esa idea bajada del cielo.
Pregunta, colabora, experimenta, comparte
En relación con el punto anterior, la disciplina del diseño y el flujo de trabajo de las agencias cada vez más responde a un sistema colaborativo en el que todos aportan sus ideas y se refuerza el trabajo en equipo. Está claro: tres mentes pensantes suman más ideas que tres mentes por separado.
Preguntar a otros diseñadores para aprender nuevas formas de trabajar, colaborar en proyectos multidisciplinares, experimentar con nuevas herramientas y compartir los proyectos para recibir un feedback con el que mejorarlos, es una fuente de información y aprendizaje brutal.
Sé una esponja, renuévate constantemente y disfruta de una de las carreras más creativas que existen hoy en día.