Invertir tu dinero es una tarea que te permitirá obtener ganancias en un tiempo determinado. De acuerdo a tus necesidades, podrás realizar inversiones a corto o largo plazo, teniendo siempre en consideración que cualquiera de ellas está sujeta a un inevitable margen de riesgo.
Al hacer una inversión estás poniendo a trabajar tu dinero, es decir, este crecerá diariamente. Además, proteges tu patrimonio de la inflación, manteniendo tu poder adquisitivo y haciéndote responsable de tu futuro. Y es que nunca sabes lo que pueda ocurrir en los años venideros, por lo que lo mejor es tener una renta que complemente tu pensión.
Tabla de contenidos
Inversión a largo plazo vs inversión a corto plazo: ¿Cuál conviene?
Sin duda, se trata de una decisión muy importante que no puedes realizar a la ligera. Necesitarás informarte previamente acerca de cómo invertir el dinero, para que puedas obtener los resultados deseados.
Para rentabilizar su dinero, los inversores suelen invertir a corto plazo (menos de un año) o largo plazo (más de un año). Ambos métodos suponen una serie de aspectos positivos y negativos, incluyendo diferentes niveles de riesgo o volatilidad.
Inversión a corto plazo
Las inversiones a corto plazo pueden ser irracionales debido al poco tiempo que tienen para esperar a que los precios se estabilicen y así obtener resultados. En este sentido, las posibilidades de pérdida suelen ser altas.
Por otra parte, esta inversión se caracteriza por ofrecer un alto nivel de volatilidad, de modo que los precios pueden subir y bajar muy rápidamente causando estrés, miedos e impulsividad al momento de invertir.
Invertir a corto plazo te permite poner a prueba tu capacidad para estar bajo presión. Esto se debe a que los riesgos son muy altos, pero son compensados con una rentabilidad realmente elevada.
Algunas alternativas para invertir a corto plazo con alto riesgo son:
– Las criptomonedas: el auge de los diferentes tokens (Bitcoin, Ethereum, Litecoin…) que conforman el criptomundo es una alternativa muy volátil, pero con una tendencia alcista innegable que podría beneficiar tus inversiones.
– La renta variable: es una inversión realizada con ETFs; estos son activos que cotizan en la bolsa de valores, participaciones en fondos de inversión y bonos. Cualquiera de ellas podría generarte una alta rentabilidad, sin embargo, no posee ningún tipo de garantía.
Inversión a largo plazo
Con las inversiones a largo plazo tu capital crecerá a un ritmo bastante conveniente, aproximadamente 6% de la media de tu inversión. Además, gracias a la constante rentabilidad puedes proteger tanto tu futuro y el de tu familia. A su vez, beneficiarás la capitalización de las empresas en las que estás invirtiendo, lo que genera un aporte a la mejora de la sociedad.
Ciertamente, al invertir a largo plazo los niveles de rentabilidad pueden ser más bajos, pero en compensación tu capital estará mucho menos expuesto. De cualquier forma, esta modalidad sigue siendo la más recomendada para la myoría de las personas.
Si deseas apostar por las inversiones a bajo riesgo, entonces estas son algunas opciones:
– Las rentas fijas de estados serios: son títulos negociables que generan una renta periódica bastante baja.
– Las cuentas remuneradas: obtienes una rentabilidad máxima del 1% y los riesgos son mínimos, pudiendo tener tu dinero siempre disponible.
– Los depósitos a plazo: en este caso la rentabilidad alcanza el 2,5%, pero tu acceso al capital sólo es posible al finalizar el plazo pautado en un contrato.
En suma, aunque existen inversiones altamente rentables, cuya volatilidad se basa en pronósticos, especulaciones y tendencias, estas suelen ser muy riesgosas. No obstante, tienes la opción de conectar con un gestor automatizado que te ayude a decidir cómo invertir el dinero.
Por ejemplo, si dispones de 5.000€, lo ideal son los fondos de inversión indexados y los ETFs. Si tu patrimonio de inversión es igual o mayor a los 10.000€, puedes optimizar el nivel de rentabilidad con una cartera ETFs. Y, si tu capital alcanza los 100.000€, entonces tus opciones se amplían al poder disponer de un servicio personalizado, que evalúe tus gustos y necesidades de inversión.
En conclusión
La decisión dependerá de tus preferencias, capital y capacidad para afrontar los riesgos que conlleva cada una de las inversiones. Ya sea que inviertas a largo o corto plazo, lo importante es que te animes a hacer crecer tu dinero.